Palabras del Subcomandante Insurgente Marcos en el Acto Político de La Otra Campaña en CCH Oriente

 Buenas tardes universitarios, universitarias otra vez es un honor regresar al alma mater de nosotros la Universidad Nacional Autónoma de México. En realidad el mensaje que traemos es un poquito más radical de lo que se ha dicho aquí. Nosotros venimos a avisarles que nos vamos a levantar para derrocar al supremo gobierno y acabar con el sistema capitalista en este país (aclamaciones de júbilo entre la gente). Nosotros y nosotras en La Otra Campaña  no tenemos ningún inconveniente en que voten por quien quieran pónganle nombre y pónganle color al gobierno que va a ser derrocado por la gente de abajo y a la izquierda. (aclamaciones)Compañeros, compañeras, la mayoría de aquí son estudiantes, hay profesores y algunos trabajadores. En esta etapa es cuando tenemos que decidir según dicen allá arriba cual es la profesión que vamos a elegir, como vamos a definirnos por el resto de nuestras vidas. Eso nos dicen y sin embargo cuando entramos encontramos la puerta cerrada: cientos, miles, decenas de miles de rechazados por todo el país que no pueden ingresar a la educación media superior y luego a la educación superior o peor aún, no sólo la puerta cerrada sino encontrar abierta otra puerta, la que no queremos y tener que elegir una profesión que no es nuestra vocación; tener que elegir una profesión donde hay cupo en un salón, no donde nosotros queremos estar, según lo que queremos ser nosotros, y hacer en nuestras vidas. Este sistema, el sistema capitalista no sólo nos va a limitar como estudiantes, como maestros, como trabajadores. Incluso en la profesión en que terminemos la carrera, habremos de enfrentarnos afuera, muy afuera de esta universidad con una realidad que no va a valorar nuestra capacidad, nuestra inteligencia o nuestro aprendizaje. No van a encontrar trabajo en la opción que elijan si es que eligen una carrera y hay cupo. No van a encontrar trabajo en cualquier profesión en la que se preparen. Van a encontrar trabajo si es que lo encuentran sólo donde haya. Y allá arriba los políticos van a decir que el empleo crece, no importa que haya ingenieros, abogados, médicos, científicos, trabajando en otras cosas, trabajando de campesinos, de empleados, de meseras, de taxistas, de choferes, a ellos no les importa eso, lo que les importa es que su sistema siga adelante.Ahora que hemos estado recorriendo varios estados de la República y hemos encontrado a estudiantes y a jóvenes, algunos han repetido esa babosada de que la juventud es el futuro de este país, y es una babosada porque es el futuro porque durante esta época quieren ser domesticados, a golpes o con engaños. Por eso dicen que son el futuro, porque se trata de que maduren, de que se hagan prudentes, sensatos, que aprendan a decir “sí señor” , “no señor” cuando se les indica, y entonces sí van a ser el futuro de este país. Porque va a ser gente domesticada, hombres y mujeres que aprendan a obedecer a los que están allá arriba.Pero también en el recorrido por nuestro país, hemos encontrado jóvenes, estudiantes, de nivel medio y de nivel superior, de secundaria, de primaria, niños que aún todavía no entran a la escuela, que están aprendiendo a decir ¡NO!, ¡Ya basta!, ¡Ya no más! Allá arriba se está jugando un juego de daltónicos, quieren decirnos que son diferentes colores, y son lo mismo. Lo hemos visto a lo largo de toda la República, no importa el gobierno del PRI, del PAN, del PRD, del PT, de Convergencia, del Verde Ecologista, detrás de ellos están, compañeros y compañeras, los que mandan en este país, los que quieren privatizar la universidad, y todo, el agua, los árboles, las tierras, las personas.No se trata aquí, en esto de La Otra Campaña, de solo una lucha universitaria, se trata de una lucha por salvar este país de nuevo en esta nueva guerra de conquista que están emprendiendo los grandes capitalistas extranjeros.  No es una consigna, hay nombres de empresas españolas, francesas, inglesas, japonesas, norteamericanas,  que están detrás de los grandes consorcios, de los grandes centros comerciales, del gran despojo que se está haciendo en las tierras comunales, de los pueblos indios. Detrás de esos funcionarios, corruptos y mediocres que están aquí en la Universidad Nacional Autónoma de México y en otras universidades. Ni siquiera como estudiantes podemos decir que aquí no pasa nada, no hay libros en las bibliotecas, los laboratorios no funcionan, los maestros tienen que enfrentarse con trámites burocráticos para poder enseñar, y aún así todavía pasar este embudo y llegar al embudo de la educación superior, de la universidad y luego llegar todavía más a enfrentarse con el desempleo o con un empleo que no queremos.Nosotros, nosotras, La Otra Campaña, no estamos ofreciendo un partido político, no estamos ofreciendo otro líder, otro mesías que vuelva a engañarnos, y a enseñarnos una mentira, que lo que podamos tener, que lo que necesitamos, nos va a venir de arriba; cuando nosotros creemos, nosotras creemos, que todo lo que vayamos a necesitar, y que vamos a conquistar, lo vamos a hacer desde abajo. Nosotros somos indígenas, chiapanecos, en el último rincón de este país, de raíz maya: tzotziles, tzeltales, choles, tojolabales, vimos con admiración y con respeto, la lucha que ustedes levantaron en 1999, vimos como los medios de comunicación, los intelectuales supuestamente progresistas, los estuvieron atacando por todos los medios, vimos como fueron calumniados, como fueron golpeados por aquellos que hoy se dicen una esperanza de izquierda. Pero vimos también como se levantaron con dignidad y con rebeldía, y mantuvieron para nosotros los que somos egresados de esta universidad el honor de decir: somos de la Universidad Nacional Autónoma de México, una universidad pública y gratuita, le pese a quien le pese la mejor universidad de este continente. (aclamaciones)Compañeros, compañeras, la propuesta de La Otra Campaña es sencilla, pero necesita de la unión de muchas luchas en todo el país. Hemos pasado por varias partes, por todos los estados de la República del sureste, del sur, y ahora del centro de México, para seguir luego el norte de la República. La fuerza que se está juntando, es mucho más grande para conformarnos con un cambio de funcionario, mucho más grande como para advertirle al poder que se mida con nosotros. No sé porque debemos contentarnos con hacer un frente para confrontarlos a ellos, si de una vez por todas podemos librarnos, meterlos a la cárcel o sacarlos de este país, no solo a los grandes gobernantes, sino también a los grandes propietarios de la industria, del comercio, de la tierra y de la banca. ¿Por qué nos vamos a detener y a conformar, con algo poco, cuando podemos tener todo? ¿Cuánto vale la dignidad y la rebeldía de cada uno de ustedes, de cada uno y de cada una de los que se han adherido a La Otra Campaña? Para nosotros, para nosotras vale todo, tenemos derecho a todo, y por eso lo vamos a conquistar acá abajo y a la izquierda, no en componendas, no aconsejando a los grandes políticos, no coqueteando con los grandes empresarios. Sino nosotros, por el medio de la movilización, civil y pacífica pero en todo el país, apoyándonos unos a otros, no se trata de que nadie desaparezca bajo la hegemonía de otros, no se trata de que todos nos metamos bajo una bandera, que no sea la bandera nacional, de lo que se trata es que cada quien nos conozcamos, nos respetemos, conozcamos nuestra lucha, nuestra indignación, nuestra rebeldía, y la hagamos una sola con un mismo objetivo: sacar de este país a los grandes capitalistas, y a los políticos que están a su servicio. Bajo esa bandera, la bandera nacional, levantar todas las banderas, y a los que no tienen bandera también. Unir a toda la gente que hasta ahora, ha sido ignorada, que no es vista ni escuchada, ni tomada en cuenta mas que en cada periodo electoral, y es sólo para endosar un cheque en blanco, para decidir quien y de que color va a estar robando, humillándonos, despreciándonos, por los próximos seis años, o por los próximos tres años.Ustedes como jóvenes, como estudiantes, como maestros, como trabajadores, pero sobre todo como universitarios, con el escudo del águila bicéfala, el águila y el azul y oro, de la Universidad Nacional Autónoma de México,  tienen que elegir como tenemos que elegir nosotros, pero no mirando hacia arriba, y no escuchando hacia arriba, sino viendo hacia los lados, abajo, a los que son como nosotros, y escuchándolos y aceptando la mano que se está tendiendo por todo el México de abajo para poder levantar de una vez este país, para construir otro.La Otra Campaña no está proponiendo un diálogo con el gobierno o una negociación como no fuera para decidir a que cárcel van a entrar y si van a poder recibir visitas o no. Fuera de eso, no tenemos nada que hablar con los gobiernos ni con los grandes capitalistas.Compañeros, compañeras, llegó la hora, tal vez ustedes piensan aquí que somos pocos, pero en todo el país somos cientos de miles que se están levantando con la Otra Campaña, según nosotros está es la última oportunidad de poder levantar está bandera y el nombre de este país  México con dignidad y con orgullo, sino lo hacemos allá arriba van a acabar de enlodar todo, de vender los escombros que están haciendo de la Universidad Nacional Autónoma de México, de toda la educación pública y de todo el país.Indígenas, campesinos sin tierra, despojados, obreros, estudiantes, maestros, empleados, mujeres, niños, ancianos, adultos, lo mejor de este país se está levantando en la Otra Campaña, elijan compañeros, son libres en esta decisión, elijan si quieren estar junto con nosotros y escribir junto con nosotros esta página de la historia. O prefieren esperarse y esperar sentados a que otro decida por ustedes. No se trata solo del peligro que se cierne sobre la Universidad, se trata del peligro que se cierne sobre todo el país. Nosotros, nosotras, hemos dicho claramente que no lo vamos a permitir. Quien quiera que quede en el gobierno federal, en el gobierno estatal, en el gobierno municipal, en el delegacional; será derrocado por la Otra Campaña, cualquier rico, gran propietario, no importa donde esté, será expulsado de este país. Y entonces, volveremos a levantar lo que de por sí existe, el México de abajo, el México de la izquierda. Decidan compañeros, decidan compañeras si deciden estar de nuestro lado será un honor llamarlos compañeros y compañeras.Gracias.28 de Abril de 2006, CCH Oriente

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